23 Dic Café para adelgazar: ¿mito o realidad?
En enero comienzan todas las dietas milagrosas para cumplir el propósito de adelgazar en el nuevo año. Sin embargo, hemos sido pocos los que realmente hemos alcanzado nuestro objetivo. Dentro de las dietas recomendadas, hay una que ha llamado nuestra atención, por la relación directa que tiene con nuestro producto: el café. Por lo tanto, hemos decidido traerte una descripción objetiva de las propiedades de la bebida y los kilitos que deseas perder.
Este tipo de dietas se basan en la desintoxicación de todo el cuerpo de otras sustancias. Así como sucede con el café, es posible escuchar regímenes similares con solo agua, té o bebidas energizantes. No obstante, consideramos que es preferible llevar una alimentación sana y equilibrada. Nuestro cuerpo, solo por unos días, puede desarrollar una aparente disminución de peso. Es rápida, es efectiva, pero ¿es saludable?
¿Qué sí?
El café, especialmente sin azúcar, puede tener muchísimos beneficios para tu cuerpo. Como hemos comentado en nuestro blog antes, resalta la aceleración del metabolismo humano. ¿En qué consiste esto? En que se mejora la circulación, se produce un incremento de la energía y el calor que disipa el cuerpo. Por lo tanto, se liberan más rápido las grasas de los alimentos ingeridos.
La absorción y la quema de grasas aumenta cuando tomamos café, hasta 100 calorías perdidas por día. Esto se debe a una mejor digestión y a la energía que produce el cuerpo mientras está en reposo. El cuerpo estará más atento a sus propias señales y logrará controlar el apetito. La cafeína ayuda a suprimir la sensación de hambre y los deseos de comer durante cierto tiempo.
A su vez, ayudarás a purificar tu cuerpo, expulsando a través de la orina todos los compuestos tóxicos que has ingerido. Reducirás los niveles de azúcar en sangre y generarás un mayor equilibrio a tu sistema. De esta manera, ganarás en pérdida de peso, mejorarás tu manera de vivir y aumentará tu expectativa de vida.
¿Qué no?
El café no funciona igual en el cuerpo de todas las personas, porque la cafeína no es tolerada de la misma manera. Consumir café en grandes cantidades puede conllevar a una irritación o intoxicación digestiva, náuseas, diabetes y aumento de la presión arterial. Por otra parte, tendremos consecuencias negativas a corto y a largo plazo, como irritabilidad, ansiedad, insomnio o nerviosismo. Es por eso que es importante racionalizar las cantidades de café que ingerimos diariamente.
Entonces, ¿cuál es la dieta perfecta?
El café es un sustituto perfecto para las horas en las que se nos antoja un tentempié. Antes que caer en panes, dulces y otros alimentos altos en calorías, es preferible que incluyas tazas de café en tu dieta. Opta por beber hasta tres cafés en el día y que no sean de mezclas muy fuertes. Tanto la mezcla arábica como el descafeinado, son bebidas ligeras que ayudarán a que cumplas tu objetivo.
Además del café, acompaña tu dieta con alimentos ricos en fibra y evita los carbohidratos refinados y las comidas procesadas. Intenta no llevar a tu cuerpo más de 1500 calorías al día y combínalas con tus tres tazas de café diarias. Tampoco le añadas azúcar, edulcorante o crema, pero no renuncies ni a tu bebida favorita ni a tu salud. Creemos que lo más importante es tu felicidad. No sometas a tu cuerpo a tratamientos extremos, aun cuando estés ingiriendo tu bebida preferida.
Disfruta de un cafecito... disfruta Café Hampei.
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