23 Jun Café torrefacto
Es posible que en muchas partes del mundo, incluso en tu propia ciudad, prefieran el café torrefacto antes que el natural o las mezclas. Pero, ¿qué se esconde detrás de un café torrefactado? Pues muchísima historia, un completo proceso y varios amantes de la bebida en esta forma. En Café Hampei, queremos hablarte un poquito sobre este tipo de café y sus consecuencias para la salud humana.
Su historia
El café torrefacto llegó a la península ibérica en época en que era muy difícil y costoso acceder al café. Durante los períodos más difíciles, aún no se habían desarrollado métodos efectivos para en el envasado y la conservación del café. Era preciso entonces encontrar una forma para aislar la humedad de las bolsas. Ya en Cuba, los mineros agregaban azúcar al café para conservarlo, así que se intentó lograrlo desde la base.
La capa de azúcar que se añadió al café, lo alejó del oxígeno durante el proceso de tueste. Es así que sus propiedades podían conservarse por un tiempo más largo. Igualmente, descubrieron que el volumen del grano aumentaba y una producción con los mismos granos de café, se traducía en menos concentración de granos por cada bolsa, aunque de mayor tamaño. Desde 1901, tenemos patentado el café torrefactado, pero en los tiempos de guerra aumentó su consumo por la necesidad de obtener materia prima suficiente y con un precio aceptable.
¿Qué es el café torrefacto?
En Café Hampei nos encanta contarte sobre la magia detrás del tueste del café y esperamos que algún día podamos llevarlos con nosotros a conocer el proceso de elaboración del nuestro. Por ahora, solo podemos contarte sobre el cambio que sufre el café torrefacto durante su tueste. En realidad, esto es lo que lo hace diferente del resto. ¿El secreto? Añadir azúcar.
Cuando el grano de café ya ha alcanzado el nivel de tueste que desea el maestro tostador, se le añade una buena cantidad de azúcar. De esta manera y de acuerdo a la temperatura a la que se exponen ambos elementos, el azúcar se convierte en caramelo y se adhiere al café. Posteriormente, se tuesta un poco más y esto le da el color bien oscuro y el sabor amargo del café torrefacto final.
Características
Debido al proceso al que se expone, el café torrefacto obtiene su tono negro característico. Visiblemente, el café torrefacto es mucho más oscuro, debido al azúcar quemada alrededor de él, aunque luego sea molido. El tueste también interviene en la cantidad de cafeína que tiene tu café, su sabor un poco más amargo, incluso quemado. En este proceso, por supuesto, no se utilizan los mejores granos, sino aquellos que incluso pueden llegar a dañar nuestra salud. La bebida final será muy fuerte, uniforme y amarga.
El café torrefacto y la salud
Muchos investigadores se han dado a la tarea de ahondar en las consecuencias del uso del café torrefacto, tanto en pequeña como en grandes dosis. Los médicos y los nutricionistas no lo recomiendan, ya que además de que los alimentos quemados dañan el sistema digestivo, al estar compuesto por un 15 a 20% de azúcar, su consumo podría conllevar al riesgo de diabetes tipo 2. Recuerda que al café también se le han atribuido propiedades cancerígenas, así que lo mejor es no tomar más de 3 tazas ni de este, ni de otro café similar.
Conclusiones
Nos hemos acostumbrado a beber el café torrefacto, pensando que una bebida más oscura es más fuerte y, por ende, nos ayudará para mantenernos más despiertos. Sin dudas, a muchos puede resultarles delicioso, pero tiene menos calidad. Nuestra propuesta es que tomes un café natural o como máximo, mezclado. En Café Hampei, podrás encontrar un delicioso café 100% arábico.
Una nueva forma de sentir.
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