Ha llegadoel tan ansiadobebé a la familia, sin embargo, loscambios que trae un reciénnacido al hogar no son nada fáciles. Con un poco de desordenentodoslados y noches sin dormir, lo máscomún es que los padres sientan la imperiosanecesidad de tomarsejuntosunabuenataza de café. Sin embargo, desdeelorganismo de la madre, ¿no afectarásuconsumo al bebé? Hoy queremoshablartebrevementesobreelconsumo de café durante la lactancia.
¿Qué es la cafeína?
La cafeína es una sustancia que se encuentra al interior de variadas plantas, en sus semillas y hojas. Su consumo puede llevar a la estimulación del sistema nervioso central, la sensación de alerta e impulsos de energía. A su vez, este compuesto puede incrementar la presión arterial, interferir con la absorción de calcio en el cuerpo, alterar la frecuencia cardíaca o respiratoria y hasta llevar a la deshidratación.
Es importante conocer también que, aunque comúnmente asociamos la cafeína al café por su similitud lingüística, esta sustancia aparece en otras bebidas y alimentos que ingerimos frecuentemente. Por ejemplo, el té negro, a pesar de sus buenísimas propiedades para la salud y la belleza, también contiene cierta dosis de cafeína. Otros que la contienen pueden ser las bebidas energéticas, los refrescos gaseados de cola, la yerba del mate, el chocolate y hasta algunos medicamentos no controlados.
¿Qué sucede durante la lactancia entonces?
Una vez que estás amamantando a tu bebé, hay ciertos productos alimenticios que también debes evitar. El alcohol y el tabaco tienen consecuencias obvias sobre nuestros pequeños, pero el café sigue asociado a mitos sobre si su consumo es permitido o no. Nuestra respuesta es: SÍ, puedes tomar café durante la lactancia, pero como todo, con medida.
Este momento es uno de los más importantes para la madre y el bebé, aportándole al último lo necesario para alimentarse y comenzar a desarrollarse adecuadamente. En el cuerpo de la madre, la bebida tardará unas horas en descomponerse y eliminarse totalmente, pero en el bebé no sucede de esta forma, sino que demora al menos tres días en eliminarse por completo.
¿En qué se traduce un consumo excesivo de café en la lactancia?
Diversos estudios han puesto a prueba la efectividad del café sobre las madres y las consecuencias para el lactante. De esta manera, han demostrado que una o dos tazas de nuestra bebida favorita no afectarán negativamente al bebé, siempre que entre estas no superen los 300 mg en un día. La cafeína consumida por la madre, definitivamente, llega al bebé a través de la leche materna.
El consumo excesivo de café durante la lactancia puede traducirse en irritabilidad en el recién nacido, insomnio, nerviosismo e incluso dolencias estomacales. Lo mejor para ambos es consumir una cantidad mínima de café diario y observar con detenimiento cualquier cambio que pueda ocurrir en el desarrollo normal del pequeño. Recuerda que los primeros 6 meses son muy importantes, evita cualquier ingesta o sobreestimulación en tu bebé.
Nuestras recomendaciones
Sabemoscuánadictiva es estabebida y limitarnos a tomarlapuederesultarunatortura. Sin embargo, portusalud mental y elestado general de tubebé, no vamos a suprimirlaporcompleto, simplemente la consumiremos con precaución. Por unos meses, dale unaoportunidad al café descafeinado o a mezclasmássuaves y con menoscafeína, comoeldelicioso café arábigo de Café Hampei. Coméntanosquétehanparecidonuestrosconsejos y sobreloscambiosentubebé al consumir café en la lactancia.
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